sábado, 5 de noviembre de 2011

LAS JÓVENES PROMESAS OLÍMPICAS BRITÁNICAS DESNUDAS

Una pregunta: ¿cómo sustraer el deporte de la fotografía deportiva y convertirlo en noticia?
Este es el reto al que se enfrentó Andy Hooper, fotógrafo deportivo de la edición inglesa del Daily Mail, cuando el diario se disponía a celebrar los próximos JJ.OO. de un modo muy especial.

“Se trataba de hacer algo con cada una de las diferentes disciplinas deportivas”, nos explica. “Queríamos incluir la imagen en la sección de noticias, y teníamos que eliminar el componente deporte sin perder el espíritu de equipo. Queríamos que la primera de las imágenes fuese realmente fantástica, algo nuevo de verdad y completamente diferente”.

Andy se puso en contacto con la asociación de natación olímpica con la idea de dar un espaldarazo publicitario
a las promesas olímpicas femeninas menos conocidas. “Por lo general, cuando trabajas con deportistas no suelen darte muchas ideas”, nos comenta Andy.

“Pero las chicas estuvieron fantásticas. Fueron ellas mismas las que nos propusieron hacer la sesión bajo el agua”. Andy ya había realizado fotografía subacuática con el saltador olímpico británico Tom Daley, pero nada comparado con esto. Como es lógico, este proyecto requería una sensibilidad especial, ya que al tratarse de 12 chicas desnudas no valía cualquier piscina. Partiendo de esta premisa, Andy solicitó asesoramiento a los técnicos del Underwater Studio de Basildon (Essex). En los últimos 10 años, este estudio se ha especializado en el rodaje subacuático y ha participado en la grabación de películas de las sagas de James Bond y Jason Bourne.
“Eran quienes mejor nos podían aconsejar”, asegura Andy. “Es todo un servicio de fotografía subacuática a la vuelta de la esquina, y cuentan con material Ocean Optics, así que les alquilamos el equipo, me pusieron al corriente de algunas técnicas y enseguida lo teníamos todo preparado”.


“Fue una sesión realmente compleja, por los requisitos sanitarios y de seguridad que tuvimos que cumplir. En la piscina, además de las chicas, teníamos a unas 10 personas de apoyo, incluidos buzos. No podíamos fotografiar a todas al mismo tiempo, porque era imposible conseguir la pose adecuada de todas a la vez, y aunque pudiésemos, es muy probable que las burbujas estropeasen la toma; así que las fotografiamos de una en una y estuvimos una media hora con cada chica”.

Como las chicas no veían a Andy ni la cámara bajo el agua, los buzos se encargaban de colocarlas y mantenerlas en el sitio adecuado, al tiempo que les aportaban aire mediante botellas de buceo. Además, estaban atadas por un pie para evitar el empuje ascendente. Una vez que se encontraban en la posición correcta, Andy daba su aprobación, los buzos se retiraban y se realizaba la toma. “Las chicas se portaron como auténticas estrellas”, asegura Andy.

“Permanecieron bajo el agua durante unos 20 minutos, lo que supone un gran esfuerzo. Por otro lado, yo no disponía de la titulación necesaria para utilizar equipos de respiración durante la sesión, por lo que tenía que subir para tomar aire entre disparo y disparo. Habría necesitado 60 horas de buceo para obtener el título y no lo consideré oportuno. Al final, todo salió muy bien, yo llevaba un cinturón de lastre que facilitaba el descenso hasta la cámara, y en la piscina siempre había algún buzo. Solía aguantar alrededor de un minuto sumergido, lo que me permitía conseguir varios disparos antes de tener que salir a la superficie”.

Una vez que Andy tenía las imágenes, pasaban directamente a la especialista en retoque fotográfico Shervorn Monaghan que trabajaba in situ y que revisaba las imágenes con las chicas para que pudiesen elegir aquellas con las que se sintieran más cómodas. Después, Andy y Shervorn elegían las imágenes con las que iban a trabajar y Shervorn se las llevaba para ensamblarlas. Lo último de lo que se ocupó fue el fondo, la piscina de Basildon es negra y Andy quería un fondo más tradicional para su imagen. “La piscina que aparece al fondo está en Southend pero tuvimos que estirarla porque tiene la profundidad normal de una piscina olímpica, es decir, unos 2 metros; así que para meter a todas las chicas en la escena, tuvimos que hacerla de unos 12 metros de profundidad”.

Dada la finalidad de esta sesión, ese día bastó con realizar unas pocas tomas del fondo, y una de las condiciones era que las imágenes no utilizadas deberían destruirse. La respuesta tras la publicación de la imagen fue multitudinaria, con más de 150.000 visitas a la página web del Daily Mail solo en el primer día. “Cuando la buscabas en Google, aparecían entradas de todo el mundo”, comenta Andy. “Había comentarios de China, Rusia... Fue todo un éxito. En condiciones normales, estaría fotografiando fútbol, rugby o tenis, pero ahora todo son proyectos olímpicos y artículos sobre las Olimpiadas. Es el momento ideal para un fotógrafo deportivo, estamos a casi 10 meses de los JJ.OO. de Londres y las posibilidades para hacer lo que más te guste son infinitas”.

Foto tomada con Nikon D300 con carcasa Subal y objetivo Nikkor 10-24 f/3.5-4.5 ED. ISO 100 1/160 f11

Via Nikon Pro

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